
¿SIENTES QUE TIENES ANSIEDAD POR LA COMIDA?
¿Cuántas veces has escuchado (o dicho) “tengo ansiedad por la comida”? Es una frase muy común, pero ¿qué hay realmente detrás de esa sensación? Lo que muchas veces llamamos “ansiedad por la comida” no es un trastorno en sí mismo, sino el resultado de las reglas no escritas impuestas por la cultura de la dieta en la que vivimos.

La "ansiedad por la comida" no existe: es cultura de dieta
¿Qué es realmente la ansiedad por comer?
Desde un enfoque científico y psicológico, la ansiedad alimentaria no es lo mismo que el hambre fisiológica. Muchas personas sienten una urgencia por comer ciertos alimentos (generalmente los que consideran “prohibidos”), no porque su cuerpo los necesite, sino porque:
- Llevan tiempo restringiendo esos alimentos.
- Tienen miedo a engordar o a “perder el control”.
- Creen que ciertos alimentos son “malos” y otros “buenos”.
- Se sienten culpables cada vez que “caen en la tentación” y «se portan mal».
Esta tensión constante genera un estado de hipervigilancia con la comida, que puede terminar en atracones, comer en secreto o desconexión total con las señales reales del cuerpo.
La paradoja de la restricción
Está demostrado que cuanto más prohibimos un alimento, más lo deseamos. Esto no es un fallo personal, es fisiología y psicología básicas. El cerebro interpreta la restricción como una amenaza y genera una respuesta de urgencia que puede vivirse como ansiedad.
Piensa que no estamos diseñados para evitar comer, sino para todo lo contrario. Si estás rodeado de comida y tienes hambre pero estás evitando comer, tu cuerpo entiende que «no te enteras» y multiplica sus señales para hacerte desear comer.
Además, cuando rompemos una regla autoimpuesta (“solo un cuadrito de chocolate”, “nada de carbos después de las 6”), entramos en un cliclo en el que acabaremos comiendo más de lo que habríamos comido si no existiera esa prohibición inicial. ¿Te suena ese pensamiento de «ya total…»?

¿Entonces la ansiedad no es real?
La sensación sí es real. Lo que no es real es que sea un problema individual sin solución. En la mayoría de los casos, no necesitas más control, sino menos restricciones. La ansiedad no surge porque tú «funciones mal» o tengas un problema con la comida, sino porque estás intentando encajar en reglas alimentarias antinaturales, impuestas por la cultura de la dieta. Estás luchando contra natura y eso, es imposible de ganar.
¿Qué puedes hacer para salir de este círculo?
- Deja de catalogar alimentos como “buenos” o “malos”. Todos los alimentos pueden tener un lugar en una alimentación saludable.
- Conecta con tus señales de hambre y saciedad, sin juzgarlas.
- Observa cómo influye el miedo a engordar en tus decisiones. El problema no es tu cuerpo, es cómo te enseñaron a relacionarte con él.
- Busca flexibilidad y placer en tu alimentación. Comer también es emocional y social y está bien que así sea.
- Aprende a alimentar y nutrir tu cuerpo. Escucha a tu hambre, no la ignores. Sólo tienes que aprender a entender qué te está pidiendo y saber qué le puedes dar.
- Trabaja en tu relación con la comida, no solo en lo que comes.
En resumen
La llamada “ansiedad por la comida” no es más que el eco de años de cultura de dieta: restricciones, miedo, reglas, culpa… Liberarte de esto no significa comer sin pensar, sino aprender a comer con más conciencia, respeto y libertad.
No estás sol@ en esto: te ayudo a mejorar tu relación con la comida.
Es posible, y créeme que vale la pena. ✨

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